
La idea de la obra es crear un simbolismo, una metáfora que reflexione sobre el arte actual, de esta forma, la mano del David aparecerá con las venas cortadas (de ahí que se eligiera esta obra renacentista), simbolizando el suicidio del arte antiguo, clasicista, que salpica al medio, siendo el propio hecho de su suicio arte en si mismo, un arte en ocasiones efímero, azaroso, pero no carente de tensión.
“la muerte que da fruto al arte moderno, su predecesor y discípulo”.
Se trata de la reencarnacion del arte clásico, resumido en la mano relajada del David de Miguel Angel y el nacimiento del arte moderno que el hecho supone tomando como medio al ARTE POVERA, invitando al espectador a tirar la primera piedra, que dote el impulso necesario al mecanismo siendo el artifice de esta maquinaria.
La sustitución de la mano clásica por una mano mas conceptual con un cierto guiño a BOTERO, es causa de las performances de Rebecca Horn, en las que los fragmentos del cuerpo y sus prolongaciones son sustituidos por maquinas y prótesis, dando un aspecto más desagradable, hinchado y sangriento.
Por último la obra tiene un simbolismo superior, un analisis personal en los que los silencios estan cargados de sentido y las ideas de aislamientos y la soledad pasan a ser periodos de autoanalisis.
Entendiendo el aislamiento no como finalidad sino como medio.








