Surge como una identificación personal hacia un ser tan entrañable como es el hombre del semáforo. Es a través de esta experiencia visual un medio por el que me desenvuelvo y encuentro los instantes de los que se compone la vida... Tomando como referencia el anonimato y las vidas cruzadas, en una situación en la que si estas en verde se incita al movimiento a no ser que no te hayas percatado.